Psicología Sincera

Cómo Vivir un Duelo y No Morir en el Intento

Cómo vivir un duelo y no morir en el intento

El Duelo es uno de los principales motivos de consulta en la actualidad, ponderándose por encima de las adicciones, los ataques de pánico, la ansiedad, entre otras de tantas motivaciones por las que las se asiste al psicólogo ¿por qué? muy sencillo; duelo tiene que ver con cambios, y todos los seres humanos atravesamos diariamente por muchos cambios, como lo postulaba Heráclito “lo único permanente es el cambio”, él usaba esta frase para referirse a lo continuo que es el movimiento “nadie se baña en el mismo rio dos veces” se formula, explicando que no es sólo el agua del río la que fluye, sino también las circunstancias externas, el ambiente, las relaciones y los vínculos afectivos. También nosotros mismos fluimos, tenemos esa capacidad, o mejor dicho, esa cualidad… de modificarnos (a veces sin querer ni esperarlo)

Llamarlo tiempo, experiencias, años o daños, no disminuye el impacto emocional del cambio cuando no es esperado, ni deseado, o cuando afecta mi comodidad o la manera en que comprendía y vivía en el mundo. Y por más post que se puedan leer al respecto, “dejarse fluir” más que una filosofía moderna algunas  veces, es más como ser arrastrado por la corriente. Pender de un hilo es el paso anterior a la caída, y el duelo, parece una caída sin gravedad, suspendido en el tiempo, sin saber expresamente el cómo, el por qué o el cuándo se va a salir de “eso” y ¿qué es “eso”? que casi siempre se expresa entre comillas, y que da miedo hasta ponerlo en palabras para que no se torne cada vez más real; El dolor.

Sonará redundante y probablemente lo sea, pero los duelos, duelen, los cambios también, atravesar por ellos involucra redescubrirse, construirse desde las grietas, y eso me conecta con otro significado de la palabra duelo; batalla, disputa, enfrentamiento entre dos partes, la que siente un peso tan profundo que se le dificulta moverse y la que desea avanzar ¿qué hacer entonces con esta dicotomía que habita dentro de mí? con la que siente un dolor tan inmenso como profundo y la que se deja tocar de vez en cuando por un atisbo de esperanza ¿Cómo hacer para no enloquecer en el intento o quedarse anclado en una u otra?

A ver permíteme ponerlo en palabras que sean fáciles de expresar; y es que como dictamina la filosofía popular los extremos son malos, desde la frontera del dolor pensar en un aliciente, en no atravesar ese camino o evitar seguir en él de continuo, puede sonar como un sueño, pero se considera que es tan peligroso vivir sin dolor a quedarse anclado en él, en Terapia Gestalt, se le llama “evitar hacer contacto”, o “evasión” que es una manera inconsciente de afrontar el conflicto, que pasa con esto, que sin contacto no hay retirada, que “ir por las ramas” es dar vuelta en círculos sin ninguna dirección, es como el hecho de intentar cubrir con “excesos” o con ciertos placeres momentáneos para evitar el vacío: irse de fiesta para no sentir, beber para olvidar, un corte de cabello que de indicios de que soy una nueva y mejor persona, o intentar desde lo físico, duplicar horas en el gym, aquello emocional que no puedo moldear.

No digo que estos recursos estén mal, resalto que mientras se hagan para “no pensar”, “para que no duela”, “para olvidar” es como estar parado al inicio de la carrera sin despegar, ni avanzar. No contactar es una manera de dejar el dolor en pausa, y quedarse en este estado provoca efectos adversos: síntomas psicosomáticos, problemas en el sueño o estados de ansiedad generalizada, entre otros. El mismísimo Freud resaltaba “Las emociones enterradas vivas nunca mueren. Son enterradas vivas y salen después de las peores formas”

Ahora vamos con el extremo opuesto; el del sufrimiento en el que se permanece constantemente en el dolor, como una noche que no termina en la que no se ve la luz del día, un pasaje al dolor sin ticket de regreso, un sobrecontacto con la emoción, a lo que antes de recomendarte algo, citare a Perls “toda emoción requiere al mundo como objeto, ¿a qué hago mención con esto? A que es necesario drenar la emoción, sacarla de ti; expresarla, en Psicología se le conoce como hacer catarsis, la emoción aunque no lo parezca es como una novela; tiene un inicio, un desarrollo y un cierre, a veces, se puede dar desde lo fisiológico, como cuando de tanto llorar, uno acaba agotado y durmiéndose, al despertar se percibe -así sea una minúscula- sensación de calma. También en esta etapa de extrema vulnerabilidad, es importante reconocer que se está atravesando por un momento difícil y saber que se necesita ayuda y apoyo –no dudes en buscarlo o pedirlo-.

El sufrimiento es un momento rudo, es por ello que también es prudente tratarse bien, con cuidado, cariño y comprensión, no “darse muy duro” exigiéndose cosas, y es aquí donde a veces el concepto social de la Autoestima juega en contra, porque se espera que la persona se quiera a sí misma (de la forma en que se vea socialmente aceptada), que salga adelante, que supere ese “bache” de la vida, y sino –según- es que no se quiere, no se valora, y estas críticas de la sociedad, de un dolor propio que el otro no conoce, que no siente, quizá en el intento de ayudar –o no- termina por hacer más mal que bien.La Autoestima es amarse a sí mismo, estés como estés y el verdadero reto considero, es amarse a grietas y quererse viéndolas, sintiéndolas, a(r)marse de a pedacitos hasta completarse (y si esto no es amor propio o autoestima, la verdad no sé qué lo sea)

Se requiere prudencia al momento de escuchar al otro o de compartir tu experiencia, necesitas sentir que esa persona es realmente empática contigo, que te comprende, que te acompaña sin juzgarte ni interpretarte, y también, empatizar contigo, comprenderte, acompañarte sin juzgarte ni interpretarte (aunque suene redundante pero es necesario dejarlo claro), existen muchos autopsicologos (que intentan ser psicólogos de si mismos) analizándose los pensamientos y las conductas de forma errada o muy fuerte, consiguiendo lo opuesto que pretenden conseguir.

Recuerda el verdadero amor propio se construye desde el dolor, a veces parece fácil asimilar el precepto nupcial de “en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, en las buenas y en las malas” con el otro, pero es difícil consigo mismo y ese es el primer matrimonio (donde no es válido el divorcio) y que te va a durar para toda la vida.

Para cerrar este extremo de la polaridad, quiero traer a mención un proverbio budista “el dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional” y en la gran mayoría de los casos el sufrimiento tiene que ver con cómo manejamos nuestra dinámica interna y lo que nos pasa, la manera en la que percibimos e interpretamos el mundo, más que una manera de actuar, es una forma de estar, por ello, el sufrimiento no se combate con propiamente con acciones: tomando más te, haciendo más ejercicio, sino siendo: sintiendo, pensando, comprendiendo(me)

¿Qué camino debo tomar en del duelo? El del Proceso, ese que se da en medio del sufrimiento y del camino de no sentir. Este que se muestra un poco más equilibrado y a medida, donde quizá algún día podremos hacer alusión a Cerati y entonar “poder decir adiós es crecer”. Pero antes de hablar de los playlist de fondo en medio de este proceso quisiera resaltar algunas nociones generales:

  • El Duelo surge cuando pierdo algo en lo que he invertido, energía, tiempo, dedicación, amor, es el dolor que le precede a la perdida (sea lo que sea que esto sea) puede ser un ser querido, un compañero sentimental, un empleo, un sueño e incluso una idea.
  • A veces, invierto tanto en el otro que me olvido de mí, me pierdo en este proceso de dedicación hacia afuera, en la entrega con el otro y es el dolor el que me rescata. 
  • Algo que duele deja constancia de que existe, es una forma de tomar conciencia, ejemplo; solo se sabe  que se tiene riñón, es al sentir dolor en el riñón, o de que se tiene hambre al sentir un vacío en el estómago, es por ello que el dolor emocional es una manera de dejar en evidencia que existo, y la sensación de vacío es una alerta de que necesito llenarme (no con otro que pueda perder, sino conmigo) 
  • Lo único permanente en mi entorno soy yo, que vivo e interpreto mi realidad. Cuando yo deje de estar, el mundo (al menos para mi) deja de existir, el otro no tiene tanta importancia como yo.
  • Los ojos solo ven hacia afuera y cuando están cerrados, duermen. Y en este mirar hacia el exterior la mayoría del tiempo corro el riesgo de olvidarme a mí mismo. Conocerme  requiere de un proceso más difícil; cerrar los ojos y sentirse. Milán Kundera tenía una frase que decía “quien busque el infinito que cierre los ojos”, cerrar los ojos es verse a sí mismo, es tomar conciencia de quien es.
  • El proceso de duelo no es nada parecido a una escalera, es más bien, una montaña rusa, donde existen a veces subidas, bajadas, caídas y recaídas, pero que para avanzar se requiere permanencia.
  • La lealtad a ti es tu brújula y tu mapa busca llevarte a ser quien eres, y para eso debes comprenderte; abrazar a tu mochila emocional como si de ella dependiera tu vida, como si ella te diera a conocer qué opinas realmente. 
  • Dos pasos adelante y uno atrás, aun es progresar.
  • Asistir a un proceso psicoterapéutico es necesario, el psicólogo te ayuda a que veas cosas de ti que aún no ves, espera junto a ti no por ti, transcurre contigo las subidas y bajadas, y no te presiona sino que va a tu tiempo.
  • No existen palabras o soluciones mágicas
  • Tener autocomprensión es no exigirte más de lo que puedes dar al momento, y saber que si estás pasando por un momento fuerte, no hay que buscar hacerlo peor.
  • Es necesario reconocer tu proceso y darte espacios de paz y calma donde contactes lo que te haga sentir bien al momento, no tiene necesariamente que ser algo muy elevado, por ejemplo: si en este momento me haría sentir mejor –así sea un poco- un pedazo de torta me la como, o salir a dar una vuelta o escuchar una canción.
  • Del mismo modo, la autocomprension es estar a “dieta” de aquellas cosas que sé me pueden hacer sentir mal o peor, ejemplo: stalkear a esa persona, escribirle, recordar todo lo malo que fue el proceso de separación, entre otras cosas.
  • Eres la única persona que conoce tu realidad, sentir te ayudara a comprender que está “bien” para ti o “mal”. Evita que otra persona interfiera autoritariamente en lo que crees correcto o incorrecto.
  • El proceso de duelo es un proceso doloroso, sí. Pero, totalmente placentero, porque al final te rescata, te salva, y te lleva a que seas tú y te prestes atención a ti.
  • Usualmente surge luego de un proceso de dependencia emocional o de mucha entrega a algo externo, este es un tiempo de recuperación.
  • Pareciera según la lógica moderna que el proceso de duelo y la autoestima son cosas distintas, pero es en medio del duelo que construyes tu autoestima, no en base a supuestos de lo que deberías ser, sino aceptándote y amándote como realmente eres.
  • “Lo paradójico del cambio es que cuando me acepto como realmente soy, entonces puedo cambiar” Carl Rogers, lo paradójico del duelo es que es el camino a la aceptación de un montón de verdades que al momento no vi o no asumí, o no conozco de mi o el otro y es normal estar confundido, aceptar es saber que es normal lo que me pasa.

Estas son algunas nociones básicas acerca de Cómo vivir  un duelo y no morir en el intento, si desean que escriba una segunda parte con respecto a este tema o cualquier otro, del mismo modo de si tienen algún comentario, duda o sugerencia será bien recibida, espero te haya gustado. Y si deseas contactarme o quieres que te acompañe en el transcurrir de este camino no dudes en escribir, muchas gracias por leerme.


Psic. Evelin Rendón

FVP-13483

@psicoespontanea

Miembro del Equipo de Psicología Sincera

6 comentarios

  1. Un escrito con el cual me conecto, actualmente estoy presentando un duelo, que me ha traído tantos cambios a mi vida. Y poder leer este post dónde nos solo me sentí comprendida, si no también respetada por mi proceso de transición. Muchas gracias y les felicito.

  2. Excelente reflexión, conocimientos bien soportados, reales y actuales, buen escrito, muchas gracias, tiene mucha aplicación, Dios te siga dando más sabiduría, revelación y llevar esa palabra de apoyo y necesaria para salir de esos procesos, felicitaciones, buena redacción y soporte de valor para la vida.

  3. Me conecte indudablemente con el texto, tengo la creencia firme que estos son momentos para crecer desde nuestro interior, dónde la principal receta es el contacto.

    Desde mi, estoy buscando conectar con mis heridas, sin buscar sanarlas, o buscar que pasen rápido, me estoy permitiendo el proceso tal y como lo propones tú, desde mi sentir y desde lo que deseo realmente

    Gracias por el espacio y por esas palabras tan acertadas en estos tiempos, gracias por creer en la humanidad y permitir estos espacios para conectar y crecer🥰

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